Daoyin Yangsheng Gong para el Comportamiento Metal (frente y espalda)
(Wei: defender, proteger. Qi: energía vital – Qi => se pronuncia Chi)
Desde el pensamiento que da origen a la Medicina Tradicional China (MTC), todo es Qi, materia y función. Se considera al Qi como uno de los “tres tesoros” que dan sustento a la vida. Para su comprensión y estudio, el Qi se denomina de distintas formas según su función y región en la que actúa. En este caso hablaremos de Wei Qi o Energía defensiva.
Descargar la publicación completa aquí.
El sábado 23 de noviembre en el patio central y auditorio del Centro Municipal del Distrito Sur Rosa Ziperovich, se realizó nuestra última muestra de práctica del 2019.
Contamos con la participación de alumnos y alumnas de los distintos turnos de la sede y algunas de sus filiales. Estuvieron presentes instructoras e instructores de la Escuela: Eli y Analía de Bahía Blanca, María Angélica de Pergamino, Carlos y Silvia de Villa Constitución, Ramiro de Villa Cañás, Alexia y Damián de Casilda, Gustavo de Arroyo Seco, Andrea de Pérez, Georgina de Funes, Nieves de Bigand (acompañada con alumnos de esa localidad), Diego (quien da sus clases en Arteaga, Arequito, Puerto Gral. San Martín y Rosario, también acompañado con alumnos). Marcela con su grupo de alumnos del Hospital Carrasco y Andrea con el grupo de alumnos de El Mangrullo. Cristian, Lourdes y Marcelo, quienes dan las clases en la sede de la escuela. Julia, Verónica, Leo, el mismo Cristian y Andrea quienes con la coordinación de Marcelo y Lourdes llevan generosísimamente adelante nuestro proyecto Tai Chi en los Parques.
Como director de la escuela, muy agradecido y feliz por ver la consolidación y el crecimiento de cada uno.
En este link podrán encontrar todas las fotos del evento.
Hoy, 3 de noviembre de 2019, cumplimos 20 años de existencia y para celebrar el camino hemos decidido mostrarnos al mundo de forma renovada a través de este nuevo sitio web. Como toda la historia de Nuestra Escuela, el sitio fue creado de forma colectiva, con aportes de compañeros y compañeras de camino en el arte y en la vida. Por eso y por los años compartidos es que no nos cansamos de agradecerles.
Cuando la Escuela se fundó, imaginamos un camino de difusión del Tai Chi Chuan que fue haciéndose realidad poco a poco gracias al compromiso de muchas personas que han pasado y que continúan vinculadas a nuestra Escuela. Sin embargo, lo logrado hasta ahora es más de lo soñado y nos enorgullece enormemente.
Estos 20 años han constituido una historia con vaivenes, altibajos, momentos de plenitud y de vacuidad por los que hemos fluido con alegría, siguiendo las enseñanzas taoístas.
Hoy, esperamos seguir contando con quienes nos acompañan y sumando compañeres de sentir y pensar para crecer en el arte y en la entrañable comunidad generada.
«El camino del Cielo muestra
el Método.
Sólo aprenda a leer los mensajes
del mundo natural todo alrededor.
Las respuestas están en las nubes,
en las cascadas, en las montañas,
los desiertos y los bosques.
Sólo retorne a la tranquilidad
y a la quietud interna natural.
Cultive y nutra la genuinidad,
sin predisposición alguna.
Ubíquese en la no obstrucción,
y todas las cosas se resolverán por sí mismas.
Ocúpese del verdadero cuidado.
Nutra su energía vital y forma corpórea,
quite el egoísmo,
atenúe su inteligencia,
venza el hábito y la obsesión,
mire más allá de todas las relaciones
pero no descarte a la gente.
Únase a la integridad común ilimitada.
Relaje su mente,
olvide el juicio.
Sea impasible y totalmente imparcial,
sin perder el espíritu de las emociones.
Cuando todo esto es alcanzado,
la miríada de cosas del mundo
se vuelve como una,
y cada una retorna a lo que le es propio.
Mucha gente se halla en un estado de caos, de tinieblas,
y no abandona ese estado en toda su vida.
Muchos ni siquiera se dan cuenta de ese estado.
Deje de dar nombre a las cosas.
Deje de competir.
Deje de juzgar.
Abandone las agendas personales.
Permita las cosas.
Que cada una encuentre su propia naturalidad.»
(Extracto de El maestro Sun y Vasta Oscuridad, leyenda taoísta, en el libro «Las mejores leyendas taoístas», Ed Longseller, 2011).